La principal diferencia entre aceite y serum es que los aceites capilares no están previstos para ser usados como herramientas de peinado, sino como tratamiento para nutrir e hidratar el cabello. A diferencia del serum que cubre la capa más superficial de la fibra capilar, el aceite trabaja adentrándose en el núcleo del pelo.
El modo de empleo, por lo general, consiste en echar unas gotas del producto en los dedos, para después aplicarlo en las puntas del cabello mojado, por lo que están indicados como toque final después del champú y el acondicionador. Hay que tratar de esparcirlo bien y de forma homogénea por todo el pelo para que no queden parches. Ambos productos están pensados para ser aplicados y no tener que retirar hasta el posterior lavado. Suelen llevar productos que mejoran la resistencia térmica de la fibra capilar.
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